Travesía a caballo por «Malvinas». Carlos Montiel fue recibido en Chivilcoy por Veteranos

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Carlos Alberto Montiel, combatiente de Malvinas oriundo de Gral. Rodriguez, se encuentra realizando una nueva travesía a caballo y fue recibido en su paso con destino a La Pampa por Veteranos de nuestra ciudad.

En diálogo con La Gaceta, Montiel explicó: «Es la primera vez a La Pampa. Yo tengo muchas travesías bastante más largas que ésta que estoy realizando que es de 600 kilómetros apenas. El 26 o 27 de mayo estoy en Toay rindiendo homenaje a los 35 compañeros caídos de mi Regimiento 12 de infantería de Mercedes Corrientes que ahora tiene asiento en ese lugar y a todos los veteranos de guerra de de la República Argentina».

«No soy un ex combatiente, para mí la lucha continúa. Soy de General Rodríguez y desde allí bueno este trabajo en pos de lo que es la causa Malvinas. Soy el presidente de una asociación civil biblioteca que si bien abarca todas las áreas del conocimiento puntualmente es especializada en Malvinas y tradición porque bueno yo nací en el campo, me crié en el campo, soy de a caballo de toda la vida y como veterano de guerra me dediqué a buscar material e información respecto a la cuestión y hoy poseo la muestra más importante dedicada al tema Malvinas del país».

Consultado sobre el objetivo y lo que busca al realizar este tipo de travesías, Montiel destaca: «Es rendir homenaje a mis compañeros caídos en Malvinas y la forma que encontré, la que conozco, la que sé, la que he vivido toda la vida, y la que se me hace un poco más simple, es la de a caballo. Me llevo bien muy bien con los caballos y con el terreno porque no es fácil, hace mucho frío. Yo duermo en el suelo, bajo lo que encuentre, lo que tengo en el caballo, en el recado y en eso duermo. Puedo pasar la noche sentado si llueve y no encuentro el techo, así que no es simple y creo que es una forma de rendir homenaje en la que hay esfuerzo, sacrificio y voluntad».

En este sentido reslató: «Esto no es una aventura. Esto implica sacrificio, voluntad, pero también el empuje de nuestros compañeros caídos en Malvinas que me ayudan a hacer esto. También permite un poco aunar justamente la historia, la causa indudablemente y conocer a otros combatientes con los que no necesitamos hablar demasiado para darnos cuenta que tenemos una comunión. Vivimos lo mismo, pasamos lo mismo, sufrimos lo mismo, y entonces se hace simple el diálogo, el encuentro y el recuerdo. Por ahí no tengamos que hablar cosas de Malvinas, vivimos lo mismo».

Ricardo Zapata agregó, «Gracias al teléfono tuvimos la suerte de podernos encontrar con Carlos. No sabíamos a qué hora llegaba, y bueno, después Oscar se contactó por otro lado y me dijo que estaba acá en Las Palmeras y bueno salir de mi casa y en diez minutos llegar porque quería conocerlo, quería hablar con él y bueno para para mí es un un honor tenerlo acá en Chivilcoy».

Por su parte, José Luis Risso destacó la travesía que Montiel y expresó: «Nos deja una gran enseñanza, mientras estaba hablando Carlos, pensaba qué ejemplo nos deja porque no creo que haya hecho tan poco para la patria, y sin embargo, sigue haciendo tanto por la causa de Malvinas, él sigue haciendo por aquellos que quedaron allá, por aquellos que murieron por la causa, y parece que para él fuera poco eso, y realmente nos deja un gran orgullo. Estoy encantado de conocerlo, queríamos darle el empuje para que siga y estamos muy agradecidos por los consejos que nos diste por la causa de Malvinas también».

Oscar López, señaló: «La verdad que no era para menos venir a recibirlos y compartir un rato con el, venir a conocerlo personalmente más allá que yo lo conocía por las redes sociales que siempre anda haciendo su camino de a caballo. Recién él lo dijo es para rendirle homenaje a esos caídos, sus compañeros, también los que fueron compañeros pero están ligados a la causa Malvinas y es un homenaje a todos los veteranos caídos y como hacemos siempre mantener la bandera en cada ceremonia, con nuestra causa, y rindiéndole siempre homenaje a los caídos. Así que la verdad que para nosotros, es una alegría muy grande que él esté acá. Yo habia visto la otra vez su travesía en Paysandú, por Gualeguaychú y que hoy esté en Chivilcoy me quedé como medio sorprendido porque no sabía y la verdad que estuvo bueno encontrarnos y reconozco el esfuerzo que él hace porque no es fácil hacer tantos kilómetros a caballo. No es fácil como él dijo, dormir al aire libre a la noche, con el frío, con la lluvia, y eso sí que se merece más allá de todo lo que él pasó en su momento, hemos pasado todos, y que hoy él esté haciendo este camino duro y siga luchando por esta causa, es digno de felicitarlo y desearle que tenga muchísima suerte».

Para finalizar, explicó: «El 27 a la noche se hace la vigilia por los que combatimos en la batalla de Darwin, Pradera del Ganso, en Malvinas, eso hace el 29 de mayo, porque ese día, el Día del Ejército Argentino, fue el día que nosotros pusimos fin a la batalla de Darwin, Pradera del Ganso. Somos los primeros prisioneros de los británicos, los que combatimos en ese lugar y todos los años conmemoramos esa fecha».

Sobre su recorrido, Carlos destaca que su mayor preocupación tiene que ver con la hidratación de los caballos y que a su paso en varias ciudades lo esperan atentos a lo que vaya necesitando.

«Lo único que estoy necesitando y es la preocupación que tenía en el camino es encontrar agua. Siempre que vengo para La Pampa en el auto, al regimiento veo mucha agua al costado del camino y ahora no hay una gota de nada. Afortunadamente he contado con la buena predisposición de la gente en los campos que he entrado para hidratar los caballos. Ellos toman dos veces agua al día, entre veinte y veinticinco litros y es la única preocupación que tengo pero voy encontrando hasta ahora».

En su travesía, lo acompañan una vez más Sombra y Pampa y sobre los caballos explicó: «Pampa y Sombra son dos caballos que son leyenda, ellos hicieron una tranqueada de mil kilómetros desde General Rodríguez a Yapeyú, Corrientes, ahí nos llevó treinta y tres días. Después tienen muchas cortas, de trescientos, cuatrocientos kilómetros los dos. Pampa, este año lo iba a retirar, a jubilar, porque Pampa tiene 18 años y Sombra tiene 17 años, pero tengo otros dos caballos más jóvenes que literalmente arrugaron. Ellos no se quieren jubilar, los otros no quieren seguirme todavía y Pampa y Sombra siempre están predispuestos. El único problema que tuve también al salir, fue que Pampa estaba muy gordo y con falta de ejercicio y los tres primeros días me trajo lento, que lo frenaba al otro y quería descansar, pero ya está entrando en ritmo. Al cuarto día entra en ritmo».

Agregó: «Hay que tener cuidado durante los 5 o 6 primeros días con dónde los ato a comer. ¿Cómo los ato? ¿Cómo los aseguro? ¿Por qué? Porque están todo el mirando para atrás, ellos durante cuatro días extrañan la querencia, y entonces al extrañar la querencia, si se me sueltan, no los agarro mas y me dejan a pata. Después ya se aferran más a mí, estamos cerca, porque sabe que somos nosotros tres nada más, y el camino».

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