«Nosotros pensamos que a los chicos los vendieron. Y hasta que nos den las explicaciones, seguiremos sosteniendo esto”.

 

 

La situación que se vive en estos días en Chivilcoy a raíz del nacimiento de un bebé y una orden judicial de no entregarlo a sus padres, llevó a familiares de la pareja a manifestarse frente al municipio en el mediodía del martes para pedirle al Intendente Darío Speranza que tome cartas en el asunto.

 

 

 

La pareja compuesta por Marta Garcia y Carlos Cavallero, por decisión judicial fueron separados de siete de sus hijos y al anoticiarse la justicia del nacimiento de ésta última criatura, envió a las autoridades del Hospital Municipal, la orden de separar al bebé apenas naciera. Esto generó que el domingo por la tarde, la pareja manifestara su bronca rompiendo vidrios del nosocomio y amenazando con prenderlo fuego si no le entregaban al pequeño que había quedado con custodia policial y una cuidadora a cargo.

 

 

 

El lunes, una de las hermanas de la parturienta, María, consultada por la situación expresó su malestar por las decisiones judiciales y pidió conocer el paradero de sus sobrinos «Los padres recién el domingo se enteraron que sus otros hijos habían sido dados en adopción. Hay mucha mentira sobre la familia y como son pobres y no tienen voz ni dinero para pagar abogados hacen esto. Hay muchas cosas turbias y queremos saber donde está el bebé».

 

 

 

 

Finalmente, el día martes, familiares de la pareja se hizo presente en el municipio, portando carteles reclamando saber el paradero de los menores y que alguien de las explicaciones del caso. Además solicitaron el apoyo del Intendente Speranza y reclamaron a minoridad que de información de las decisiones tomadas por la justicia.

 

 

 

Frente al municipio, la tía de los pequeños, rodeada por familiares con carteles con las fotos de los menores en cuestión, manifestó «Se enteraron de la situación de adopción cuando les dijeron que a este bebé no se lo iban a entregar por decisión de minoridad. El anterior que tiene un año y cuatro meses sabíamos que había sido llevado a un hogar en San Isidro, pero no sabemos qué pasó. Con este último bebé, a dos días de haberlo parido por cesárea, a la madre la sacaron a la calle como un perro con los bolsos, le prohibieron ver al bebé, darle el pecho y llegó la policía al Hospital. Nadie dio explicaciones, nadie dijo nada y no dan la cara. Quieren hacer lo mismo que con el bebé que desapareció del Hospital hace un año y cuatro meses. Queremos que no se lleven a este bebé. Nadie nos dice lo que pasa».

 

 

 

 

En el mismo reclamos, la tía de los pequeños, señala a Soledad Ríos, titular de minoridad, como la persona que debe dar explicaciones sobre las decisiones judiciales que involucran a los menores «Soledad Ríos dijo que ella lo que quiere lo consigue. Nunca dio explicaciones ni se acercó a la familia. Se esconde de nosotros, se esconde de los medios y es quien tiene que explicar qué pasó con las criaturas y donde están. Al no decirnos nada, lo que pensamos es que lo vendieron y con este bebé quieren hacer lo mismo. Los padres quisieron hacer la denuncia y en la Comisaría no se la quisieron tomar».

 

 

 

Luego de que los padres pidieran ser atendidos por el Intendente, los familiares explicaron que desde el municipio argumentaron que el jefe comunal no estaba, fueron atendidos.

 

 

Al salir, Carlos Cavallero, brindó más información sobre su reclamo «Hace un año y dos meses nos sacaron una criatura sin darnos motivo ni explicación al principio. Después dieron como argumento que yo vendía y consumía droga. En ese entonces fui al Hospital a hacerme los análisis pertinentes y quería orden de un Juez y fui a ver a la Jueza Analía Sanchez en Mercedes pero por algo no me quisieron extender dicha orden para los análisis. La conclusión es que hace un año y dos meses que yo no veo a mi hijo, ni conozco donde está. Y ahora nos sacan también este bebé, y no me dan explicaciones de por qué decidieron eso».

 

 

 

 

En este sentido, Cavallero afirmó que sus otros hijos habían sido alojados en el Hogar de Abrigo y que se enter{o recientemente que todos habían sido dados en adopción. «En el mes de noviembre del año pasado, nos hicieron un perímetro para que no podamos acercarnos al Hogar de Abrigo, ni nosotros, ni los abuelos, ni ningún familiar. Y el domingo pasado me enteré que cuatro hijos míos que no estaban en dicho Hogar, habían sido entregados en adopción, supuestamente en Luján, sin ningún aviso a nosotros los padres, pero quedan dos más en el Hogar a quienes tampoco podemos ver”.

 

 

 

Caballero, hace referencia a la falta de dinero para pagar un abogado que entienda e su causa e indica que esto hace que se tomen situaciones sin ser notificados y sin recibir información correspondiente, «Yo hice todo lo que tenía que hacer y lo que pude hacer o me dejaron. Me traté con un psicólogo por mis problemas de alcohol pero nunca me dieron constancias del tratamiento. La Directora del Hogar, me lo dijo, no iba a para hasta sacarme a todos los nenes. Mis nenes son hermosos, ojos celestes, rubios. A mi nene anterior ni siquiera le pudimos poner nombre y queríamos que se llame Diego y ahora no sabemos ni el nombre que le pusieron ni el apellido y tampoco donde está».

 

 
Cuando nació Federico, el bebé que desató el reclamo, Cavallero cuenta que Marta, la mamá «fue engañada por una enfermera que dijo que se lo llevaban para sacarle sangrecita del talón y se lo llevaron con todos los papeles, documentación. Cuando yo llegué, encuentro en neonatología policías y que a mi mujer sin el alta de la cesárea, la sacan del Hospital».

 

 

 

 

Los familiares dudan de las decisiones judiciales y apuntan a Soledad Ríos quien hasta el momento no hizo referencia a la situación. «Queremos que la Juez y la Directora del Hogar, Soledad Ríos, se pongan en el lugar de esta madre, y que expliquen qué hicieron con las criaturas. Nosotros pensamos que a los chicos los vendieron, porque si es todo como corresponde y no hay nada oscuro tendrían que dar inforamción como corresponde. Nos parece que antes de darlos en adopción deberían haber consultado a la familia, que somos muchos si podíamos hacernos cargo de los chicos, antes de darlos, separarlos y no saber nada. Hasta que no nos den las explicaciones, seguiremos sosteniendo que los vendieron».