Columna: ¿Quien es más soberbio?

En La Ilíada, la obra de Homero, se encuentra la disputa entre estos dos personajes en medio de la afamada guerra de Troya. Ambos pertenecían al mismo bando y sin embargo parecían odiarse a muerte. El poeta deja en claro de parte de cual está, es decir, del de pies ligeros, de Aquiles, a quien ante el oyente deja parado como la victima de todo el conflicto.

La disputa de la que hablo es entorno al que así llamado rey de hombres, Agamenón, no desea devolver a una joven, que había sido raptada en el transcurso de la guerra, a su padre. Como el padre de la joven era un sacerdote que servía al dios Apolo, la peste fue enviada sobre todo el campamento griego como castigo.

Por tanto todos los hombres al mando están de acuerdo en aceptar el pedido del sacerdote, de devolver a la joven y terminar con la plaga, pero Agamenón disiente ya que la considera como parte de su recompensa. Aquiles el mejor de los aqueos entra en altercado contra Agamenón, siendo el único que se atreve a decirle las cosas en la cara, y la misma Atena diosa debe tomarlo del cabello para que no mate al rey. Agamenón es un caudillo y un déspota, de eso no hay duda, pero Aquiles no se queda atrás, insulta al rey y le prefiere algunas maldiciones.

Bien, ante esta afrenta Agamenón decide quitarle a Aquiles su propia recompensa (otra esclava-amante secuestrada). Pero Aquiles tiene su orgullo, no continuara combatiendo en la guerra, al menos no hasta que las papas quemen en su puerta, no importa que muchos de sus compatriotas mueran por su inacción, más vale su orgullo que otra cosa.

De nuevo les repito estos dos eran del mismo bando. Nosotros también somos del mismo bando, o sea todos argentinos, y nos seguimos comiendo entre nosotros. Ni hablar de la ley primera del Martín Fierro, no hacen falta los de afuera, alcanza con los de adentro. Argentina duerme y los políticos siguen peleando entre ellos, haciendo bandos, mi lado y tu lado, nosotros y ustedes, buenos y malos, cuando en realidad estamos todos del mismo lado. ¿Aprenderemos alguna vez? no lo sé.

Sólo sé que Agamenón terminó siendo asesinado por su propia esposa y al poderoso Aquiles de tanto hacerse el bravo lo mataron a traición.

Iván Sallen