Bruno, el weimaraner que ayuda a concientizar sobre el invaluable trabajo y aporte de los canes

 

 

Diego Tula y Raquel Peralta integran la Escuadra Canina Alfa Madra. Los conocimos porque trabajaron junto a Bruno, un perro de raza weimaraner, experto en rastros, en un caso de búsqueda de persona.

 

 

 

Durante todo este tiempo, Bruno siguió trabajando y destacándose.

 

 

 

Sobre la última tarea realizada, Diego Tula, guía de Bruno, explicó “A nosotros nos convocaron el domingo, a las nueve de la noche aproximadamente donde un chico de un año y medio, había desaparecido a las tres y media de la tarde. Buscaron por todo el camping del club náutico de Zarate. Nosotros estamos trabajando para la Secretaria de Seguridad de Escbar, formando los canes para la policía local. Al llegar, iniciamos la búsqueda a las once menos cuarto de la noche y a las doce de la noche ya habíamos encontrado el cuerpo. Es decir, Bruno marcó perfectamente el lugar en el canal donde luego fue encontrado lamentablemente”.

 

 

«Un buzo táctico de la armada jubilado que se ofreció voluntariamente a colaborar en la búsqueda, vio que Bruno marcó el lugar del muelle y no dudó un segundo en entrar»

 

 

 

 

Agregó “Fue encontrado en la parte de un canal, de un amarradero de barcos que hay en el camping del club náutico, pero quiero destacar el trabajo de un buzo táctico de la armada jubilado que se ofreció voluntariamente a colaborar en la búsqueda.  El estuvo desde la tarde buscando por diferentes lugares en el río y cuando Bruno marcó el lugar del muelle, no dudó un segundo en entrar. Creyó en el y a los cinco minutos encontró el cuerpo del nene”.

 

 

 

Consultado sobre lo sucedido y el por qué solo este buzo creyó en Bruno, Tula explica “Los buzos de prefectura habían estado buscando por la tarde en el mismo lugar, por eso ellos no creían del todo en Bruno y el único que no dudó un segundo, por mas que ya se haya revisado, fue este hombre. Me asombró que sin conocernos, crea en el trabajo de el. Nunca dudó en meterse por más que había cinco metros de profundidad. La verdad fue increíble, porque yo sabía que Bruno no estaba equivocado y que si había marcado el lugar, estaba ahí. El era un vecino del camping, cuando escuchó la noticia y se ofreció, trajo un equipo privado que el tenia y ayudó desinteresadamente y me pareció que había que destacar su trabajo”

 

 

 

¿Debe ser difícil todavía luchar con la concientización sobre que los perros son una herramienta que suma y que cuanto antes se los convoque para una búsqueda, mejores resultados habrá?

 

 

 

 

A veces es difícil que te crean por el tema de que hay mucha gente que prepara perros. Yo no estoy en contra de eso, pero si tendría que estar certificado, controlar como se trabaja con los perros. A veces van a hacer un trabajo y por ahí un fiscal no cree en el trabajo del perro porque no está funcionando. Por suerte acá en lo que es zona norte de la pcia de Buenos Aires ya los fiscales están creyendo en el trabajo de Bruno. Pero hay mucho camino recorrido. Estuvimos trabajando en Escobar, por una chiquita violada que una sola cámara había tomado de perfil al violador y Bruno pudo dar con el violador recorriendo el camino.

 

 

Estamos empezando a trabajar en conjunto con el centro de monitoreo, coordinando y aprendiendo a trabajar, porque es difícil que todos nos pongamos de acuerdo de como poder sacarle provecho a un perro de rastro. No es solamente el hecho de que el perro salga y encuentre a la persona, si no que tenemos todos los medios para facilitar su trabajo, hay un montón de tecnología que puede ayudar y de a poco lo estamos logrando.

 

 

 

 

Sobre las capacidades de Bruno en particular, Diego explicó “El hace rastro especifico. Busca un olor en particular de una persona que es como una huella digital. Cada uno tiene el suyo, entonces yo lo que hago es ir al domicilio de la persona que hay que buscar y levanto la ultima prenda que haya usado, puede ser la funda de una almohada, las sabanas o una plantilla de zapatillas. Le muestro al perro el olor que tiene que buscar y si está el olor de la persona en el lugar Bruno automáticamente sale a buscarlo. Hay que estar muy concentrado porque es tan rápido el perro en hacer las marcaciones que hay que estar atentos continuamente”.

 

 

 

“Bruno marca ladrando, para pedir ayuda si necesita que se le abra una puerta para seguir el rastro e igual que cuando llegamos al muelle, se clava apuntando hacia el agua. Por eso yo estaba seguro que si Bruno marcaba ese lugar, es porque estaba ahí. Es un trabajo que lleva aproximadamente dos años de entrenamiento, es muchísimo trabajo tener un perro de operativo. Seguimos trabajando, contando hasta el día de hoy 62 operativos realizados, de los cuales el 90% de las búsquedas fueron positivas”.

 

 

 

Ampliando sobre cómo trabajó en la búsqueda de este chiquito, dijo “El recorrido fue efectivo, las cámaras del club náutico tenia algunos puntos ciegos que serán aproximadamente unos  100m2 que bordean el rio, pero el perro fue decisivo para encontrar el lugar exacto donde cayó antes de que llegaran las corrientes y complicaran la búsqueda”.

 

 

 

En cuanto al trabajo en informar y concientizar sobre los canes como herramienta, indicó “En los destacamentos y comisarias de zona norte  estamos enseñándoles que en caso de búsqueda de paradero preserven el lugar y que no lo contaminen, porque el hecho de que mucha gente empiece a entrar al lugar donde tengo que buscar la impronta, hace muy difícil que el perro pueda levantar el rastro, pero en conjunto estamos tratando de que esto sea más profesional y podamos lograr un rastro más efectivo”.

 

 

 

 

“Entrenamos canes de detección de sustancias, de seguridad, de detección de armas que en una semana estarán haciendo controles y para lo que solicite la justicia”.

 

 

Sobre los inicios en ésta tarea, Diego detalló “Esto nació con mi señora Raquel que me llevó por curiosidad de ella a ver perros de rescate y nos terminamos metiendo en esto con mucho trabajo”.